Estamos encantados con Clara, Judith y el proceso que Jan, nuestro bebé, fue haciendo. Des de navidades, que comenzó un casalet, con previsión de que mamá comenzase el año, trabajando... y ¡así, fue! Le fue genial para adaptarse. Y en enero comenzó jornada completa. No he dudado un segundo que estaría bien cuidado y en buenas manos. Personalmente creo que le miman, lo quieren, lo cuidan y acompañan des de el respeto y el amor. Respetan su ritmo en todo, de sueño, cansancio, y cubren sus necesidades. Juega libre por el espacio tan maravilloso que tienen. Come de maravilla y va feliz. No lloró apenas en su adaptación, y quiere siempre entrar, tirándose al suelo o a los brazos de Judith, su referente. Las profesionales son puro amor que eso, se agradece más que todo estudio y carrera, almenos, en mi casa, en mi familia. El amor es lo primero y ellas lo dan en la escoleta. Los momentos de parque que ahora pueden ir haciendo, hace más divertido aún su día a día en la escoleta. Las actividades sensoriales y todo el descubrir que tienen a su alcance, hacen que la escoleta sea un lugar ideal para dejar a los hijos, cuando hay que trabajar. Les adoro! Gracias por todo chicas.
Una gran experiencia de vida para los peques que pasan por allí, un espacio perfecto para el día a día. Personal excelente.
Un lugar acogedor, amplio, limpio, tratado con materiales ecológicos, respetuosos con el medio ambiente, idóneo para los peques, con entorno educativo, personal altamente profesional y cualificados. Sus bebés estarán en buenas manos. Os lo recomiendo!!!
Bonito espacio para los más peques de la casa. Y Clara, la directora, un encanto.
El mejor lugar para los más pequeños de la casa.
Han respondido a nuestras necesidades como familia de la mejor manera posible. El trato diario es cercano y fluido. Se respira calma y amor, lo necesario en esta estapa. Sólo podemos dar las gracias.