¿Qué puede ser más divertido que transformar ingredientes simples en obras maestras culinarias dignas de una película de terror?
Desde cupcakes de monstruos, hasta dedos de bruja ensangrentados, pasando por ricas calabazas de pizza o unas calaveras de chocolate… hay muchísimas opciones, dulces o saladas, todas ellas tan ricas como aterradoras!!!
Lo importante es dejar rienda suelta a la creatividad y divertirse mucho, mucho…